Esta lloviendo fuera... Cada gota que cae cuenta una pena robada en algún lugar del mundo, este maravilloso mundo : promesas rotas, sueños olvidados, palabras pronunciadas con odio, besos no dados… Cada gota recorre su camino de lamentos, y son estos los que con su agonía riegan los campos secos de vida. De las mayores penas nacen los prados más verdes que un día florecerán hermosos a los ojos que tanto lloraron, en la próxima primavera. Porque así es la vida, de la oscuridad más absoluta nace la luz más verdadera, desde la tristeza más profunda se renuevan las ganas de vida ...sólo hay que dejar que la naturaleza siga su ruta. En mi soledad, me gusta visitar el mar, salitre que se pega a mis labios y me baña de tristeza. Me sumerjo en ella, me ahogo de pena, y cuando esta ya no flota, la brisa me abraza mientras la luna, coqueta y cómplice, me guiña un ojo, y sonriendo, me arropa hasta que la consciencia se evapora…mañana será otro día .
Esa necesidad de que el alma hable, a veces susurrando, a veces chillando, pero necesidad a fin de cuentas, de expresarme, de sentirme, de vivirme, pero sobre todo, de salvarme.