Le llamaban democracia... Entre rejas. A simple vista libres. Levantando sombras, ocultando detalles al infierno, mientras, a ratos, muestra su sonrisa divina. Ángeles y demonios, entre ellos andamos, no te mientas... ya mienten ellos suficiente. ...le llamaban democracia.
Esa necesidad de que el alma hable, a veces susurrando, a veces chillando, pero necesidad a fin de cuentas, de expresarme, de sentirme, de vivirme, pero sobre todo, de salvarme.