El dolor existe El dolor existe en cada gota de bondad. Grita a voces por ser perdonado, pero su ser es inquebrantable, e inevitable. Tiene que estar. Tiene que ser. Sentir. Doler. Marcar. Enseñar. Y quedarse para recordar lo que una vez fue. Siempre será. Y jamás olvidarás. Sigues caminando. Viviendo.
Esa necesidad de que el alma hable, a veces susurrando, a veces chillando, pero necesidad a fin de cuentas, de expresarme, de sentirme, de vivirme, pero sobre todo, de salvarme.