A veces no me soporto. No te soporto. Tu olvido. Ese aire de tormenta que nunca enseñas a pesar de lo que arrasas. El no pasa nada. El estoy bien. La risa fácil de un emoticono gratis. La vida que pasa. Y la que pesa sin que tú hagas ni una mueca. No hay fichas, ni tablero ni partida No sé lo que hay. Lo que no hay es lo que nos queda. Nada.
Esa necesidad de que el alma hable, a veces susurrando, a veces chillando, pero necesidad a fin de cuentas, de expresarme, de sentirme, de vivirme, pero sobre todo, de salvarme.