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Mostrando entradas de abril, 2016

Desde el infierno mi vida

Podrán     -desde el infierno- recorrerme las calles en medio de las noches atravesadas por sirenas en busca de balas, navajazos, heroína y putas de nombres impronunciables. Podrán     -desde el infierno- enterrarme debajo de una farola, esa que siempre se apagaba cuando te besaba. Desdoblar las arrugas del último trago que nos dimos, aquel que nos supo tan rancio que decidimos emborracharnos de olvido. ¡Y podrán los putos ombligos del mundo seguir engañándonos mientras la televisión esté encendida, escupiendo basura en esos cementerios en los que entierran los restos de eso que llaman política! Qué más da lo que hagan     -desde el infierno- con las noches baratas, el miedo que se suicida todos los días al levantar la mirada un poco más alta de lo que les decían. Pudieron construir sueños y estrellas de día, pero escogieron pintar nubes oscuras en una noche vacía. Vista desde ahí, qué más da mi vida. Esculpida por los designios del capitalismo,

La ronda la pago yo

La ronda, hoy, aquí o en Triana, la pago yo aunque a ella siempre haga mención, sin tregua, ni la tuya ni la mía en esta nuestra nueva forma de vida. A dos voces canta esta canción con sonidos viejos los suyos y los tuyos enredados en mi voz, cantando nuevas melodías que a ratos tarareas tú y a veces me invento yo. Los sueños, sueños son y estos, con tu permiso, me los imagino a mi son.

Siempre

Ni de día ni de noche. Te quiero sombra. Te quiero luz. Te quiero a veces. Con todo el miedo, con todo el sur del sol que amanece. Te quiero. Siempre.

Palabras

Llenan los diccionarios las bocas y las hojas en blanco, las pintan de colores sabores, olores, recuerdos y también olvidos. Tantas son las que aún desconozco, las que aún ni he leído ni he escrito, ni dicho. Tantas como veces ansío perderme en sus labios cuando los pronuncio. Sin embargo, aunque se salgan a veces del redil que les da sentido, yo no pierdo el mío. El que en ellas tanto busco a riesgo de perderme de nuevo, o no encontrar jamás ese nunca que me llueve dentro.